A estas alturas de la película, decir que la ciencia está presente en todos lados es casi tedioso: sí, ya sabes que la ciencia explica el subidón de energía que te da tu café de por la mañana, la combustión de gasolina que te permite llegar al trabajo, el juego de lentes que “solventa” tu miopía o por qué el antiinflamatorio que te acabas de tomar te ha sentado tan bien para el dolor de cabeza. Incluso se ha convertido en una indispensable del Día del Libro.
De hecho, hay ocasiones en las que esta intrusa consigue seguir sorprendiéndonos, sobretodo cuando no te la ves venir. Uno de estos casos es justamente la literatura. Pero no, no estamos hablando de divulgación científica o del manual técnico que usaste para estudiar matemática analítica o síntesis orgánica durante la carrera. ¡Hablamos de literatura clásica! Por ejemplo, ¿sabías que, además de ser el primer novelista en castellano, Miguel de Cervantes tenía un gran interés por la ciencia? Este hecho queda plasmado en una de sus “Novelas ejemplares”, en la que hace numerosas menciones a los satélites de Júpiter, recién descubiertos por Galileo Galilei solo tres años antes; o en las múltiples referencias astronómicas y cosmológicas del Quijote. Por otro lado, ¿nunca te has fijado que, a pesar de que Benito Pérez Galdós no contaba con una base científica, prácticamente todos sus protagonistas desempeñaban profesiones relacionadas con ese ámbito? Otro ejemplo muy curioso de estas interferencias es el escritor Ernesto Sabato quien, antes de ser nombrado como Premio Cervantes, trabajó en investigación en los Laboratorios Curie. ¡Y obviamente le inspiró para una parte de su obra!
Hoy, para homenajear el Día del Libro, la ciencia también se ha colado en ingenyus* de mano de la literatura: ¡hemos ampliado nuestra biblioteca!
En nuestro caso, para hacer homenaje a la gran variedad de perfiles que componen el equipo de ingenyus*, también hemos elegido libros con temáticas muy diversas. Desde obras ilustradas que tienen la química de protagonista, como es el caso de “La Maravillosa Vida de los elementos”; hasta libros que consiguen provocar un encendido debate en la comunidad científica, como “el gen egoísta”, todos estamos deseando catar estas nuevas adquisiciones. A estas dos se han sumado también “Visual thinking”, una obra ideal para aprender a perfeccionar la integración de elementos visuales en el posicionamiento empresarial; “Este libro te hará vivir más (o por lo menos mejor)”, que presenta patas sencillas y con rigor científico para desarrollar buenos hábitos; y “El acto de crear: una manera de ser”, un libro que tiene a la filosofía de la creatividad en su mismísimo epicentro.
A través de estas nuevas incorporaciones, sumadas a nuestra amplia librería, buscamos inspirar, informar y, sobre todo, abrir nuevos horizontes para nosotros mismos y para nuestro trabajo, demostrando que la ciencia y la literatura, además de poder coexistir, se enriquecen mutuamente. Tal y como una sinergia, al final del día, tanto la ciencia como la literatura nos invitan a explorar, cuestionar y maravillarnos de todo aquello que nos rodea.
¡ Feliz día del libro a todos!
